Me encanta leer libros y revistas antiguas de decoración de los años 50 a los 70. Una de mis publicaciones favoritas es El Mueble. Tengo en mi colección particular varios números de los años 60. Es todo un placer viajar a esta época con la amena lectura de estas publicaciones tan retro. A la Nº 25 le tengo un especial cariño; en su portada está escrito a modo de título La Decoración en 1964 con una colorida fotografía a modo de cuadro de costumbres de la época.
En este número existe mucha información sobre Dinamarca, desde como se vive en el país danés de la época, hasta llegar al tipo de mueble característico de este pequeño país escandinavo.
Voy a realizar una transcripción literal del artículo El mueble en Dinamarca de esta revista de 1964, escrito por Jorge Rauler y que puede ser bastante interesante para los amantes del mueble escandinavo.
Los objetos y el mobiliario que hoy produce la artesanía, las artes aplicadas y la manufactura del mueble en Dinamarca no pueden ser reunidos bajo un mismo calificativo, al igual que se hizo al dar denominaciones determinadas a los estilos aparecidos en las diferentes épocas, como, por ejemplo: renacimiento, barroco, rococó, etc. A lo sumo, puede decirse de ellos que son objetos y muebles daneses.
En el curso de los últimos 30 años, los diseñadores, artesanos y obreros daneses del ramo de la manufactura de muebles, han llegado a seguir un camino propio, tanto por lo que se refiere a la estética de las líneas como por lo que respecta al uso práctico de los artículos producidos.
Prueba de que el idioma del mueble nacido allí empieza a ser comprendido en otros países, es la fama alcanzada en el mundo por el mueble danés, como lo demuestran las muchas imitaciones que de ellos se hacen en todas partes.
LA MÁQUINA AYUDA
No hace mucho tiempo llegó a dinamarca un grupo de periodistas extranjeros que visitaron una de las grandes industrias danesas dedicadas a la manufactura de muebles. La visita empezó por el final, es decir, por la sala de exposición de los muebles terminados. _Magníficos __ Exclamó uno de los visitantes, que era buen conocedor__ Dinamarca debe sentirse orgullosa de contar con diseñadores y arquitectos que son verdaderos artistas.
Los visitantes pasaron después al lugar donde los artesanos estaban puliendo y dando los últimos toques a los muebles ya construidos. Está visto __dijo otro de los visitantes__ que, a pesar de todo, es el hombre quien tiene la última palabra. En nuestro país ya no hay artesanos, todo es fábrica, fábrica y más fábrica. Es posible __contestó el maestro ebanista que dirige el establecimiento__, pero también nos valemos en muy alto grado de la máquina, pues de otra manera no nos sería posible. Sin la ayuda de una premanufactura casi completamente mecánica, solamente podríamos vender nuestros muebles a los adinerados.
Entonces pasaron a la fábrica, donde obreros especializados elaboran las piezas que es posible manufacturar mecánicamente y que así son mejores, más precisas y mucho más económicas que trabajándolas a mano.
LA IDEA DEL DISEÑADOR
En un mueble danés verdaderamente bueno es difícil notar en qué punto acaba el trabajo del obrero especializado y empieza el del artesano. Pero sí es posible notar en dos puntos esenciales la idea del diseñador: un mueble debe tener un uso práctico y acomodarse a ciertas exigencias estéticas.
Otra casualidad que ha llamado la atención de los expertos extranjeros, es que los diseñadores daneses tienen muy en cuenta el poder adquisitivo y el tamaño de las casas en que viven sus clientes.
Uno de los iniciadores de la actual manufactura danesa de mueble, dijo, hace ya algunos años, que en Dinamarca los ebanistas se esforzaban en hacer muebles de líneas sencillas y exentos de toda exageración para que pudieran sobrevivir a los cambios dictados por la moda o por el gusto dominante en el momento dado; muebles que pudiesen mantener durante mucho tiempo sus valores funcionales y artísticos.
Y así es. El mobiliario danés carece en verdad de estilo, no es posible colocarlo en un grupo determinado. Pero las posibilidades de material empleado en él han sido aprovechadas hasta el máximo por el artista que los creó. Es un mueble de calidad debido a la buena capacitación y los conocimientos del artesano que intervino en su realización, y en el que la labor del obrero especializado, que sigue las directrices de diseñadores y artesanos, hace que pueda ofrecerse a precios que los ponen al alcance de todos.
En condecórate disponemos de un mueble apardor danés de la época, una pieza atemporal reflejo del buen diseño danés de mediados del siglo XX.
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Me encanta la foto de la revista del mueble me recuerda a las pelis antiguas españolas